martes, 16 de junio de 2015

Amor, qué encrespados los caminos.

Amor, qué encrespados los caminos. Hoy, que las lágrimas vienen a buscarme, siento en los ojos tu partida, y en esa distancia que me existe, que se me incrusta y me derrama, me quiero envolver de besos y de olores que me recuerden las huellas del amor. El amor tiene huellas, las que dejaste en mi cuerpo abandonado, como una oración en un templo impío. Soy la llorona, la que se come los cristales, la que devora las sombras, la que reta lo oscuro, y vence. Amor, qué encrespados los caminos, los acantilados de la muerte. Fulguran su oscuridad y en su centro se coronan de blasfemia. Sacrílega, quiero untar mis manos con la mierda, quiero perderme entre el estiércol, anhelo esa suciedad en el extremo de una nada que engulle la materia. Amor, qué encrespados los caminos de la muerte.

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