La poesía es como esa palabra que no sale cuando amamos, es ese silencio que queda en la lengua cuando acabamos de hablar y no hemos dicho aquello que queríamos. El orgullo frena y no deja decir cuánto te extraño, tu importancia, como ese cigarrillo que me enciendo, cotidiano, y ahora no estás y te recuerdo.
Ahora no estás y te recuerdo cuando finaliza este verano. Contigo se inició y no has vuelto y quizá nunca volverás, y yo te sigo escribiendo versos porque así me acompañan las mismas soledades.
Hay un punto en mí que es masculino, cerebral, polivalente Hay otro punto en mí que es imaginario, y es como si mi mente me construyera en espejismo y la misma vida fuera una ficción orquestada por los dáimones.
Toda vida es un fluir del tiempo, ya se sabe. Y en mi corazón late una niña que se asombra con la lluvia, que quiere mojarse y no se atreve, porque la mojaron demasiadas veces con líquido inflamable, y en este poema quiero decirte que te extraño.
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