Amor, hay un hueco en el viento, un desliz en la lluvia. El agua se agolpa y subyace en mi cuerpo, como si las raíces se entroncaran en la misma tierra que se desmayase en un pulso líquido, donde las hojas crecieran hacia dentro, como esas cebollas que hacen llorar, y que incitan a unas lágrimas donde la mentira se disfraza.
Nunca llevé máscara. La quemé entre los zarzales, la llevé al mar en rojo,y cuando se dividieron las aguas enterré sus cenizas en la arena brutal de las fosas abisales.
Y te me entrego, como si en mi carne la ofrenda me palpitara en la piel, como si tú quisieras mis flores, como si mi sangre te importara.
Hay un idioma que rompe el verbo. Consta de imágenes, y es una esencia que permanece en los sueños y se escribe en las metáforas.
Enciendo una vela, una margarita se posa en mi beso, un pájaro se come su nido, el cielo estalla en todos los hemisferios, el amor es ese corazón que comprende el misterio.
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