jueves, 30 de julio de 2015

A mi alrededor

A mi alrededor crece la hierba. Crece la sangre y se dilata, como se dilata la penumbra entre los cuerpos. Luminaria, vienes y es el mediodía. Cuando nace el sol viene ese deseo con el tiempo, nace ese instante desnudo que iluminas con tus ojos, y de ti las horas me visitan. Por las tardes el manantial rebosa con la lluvia, y se refleja en las flores que lo cubren. Amor, si mi cuerpo se me va, si el ópalo me derrama en ese lecho oloroso del amor, si te anhelo por encima del agua, si te sueño y te veo en los cristales que me traen tu hermosura, el deseo es tan enorme que no puede con la lava que me vive desviviéndome, con ese deseo en mis manos y mis labios con tu beso. Dame tus ángeles para que se peinen en los árboles, para que se olviden las alas y me las puedas dar entre las ramas. Los pájaros me han traído las estrellas y con ellas bordo un mantel para nosotros, para ponerlo en el balcón con nuestros nombres, para que la sangre inmaculada caiga en nuestro lecho, y que la luz fulgure en nuestras ropas más que el cielo.

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