jueves, 2 de julio de 2015

Amor, ¿dónde has escondido la penumbra?

Amor, ¿dónde has escondido la penumbra? Necesito dormir, y mientras tanto besar tus almohadas, el sudor que cae por las noches de este julio que se inicia, incipiente como un mago. Amor, ¿y la negrura? La he visto pasear por el jardín, la he visto acumularse debajo de las piedras, y he visto cómo el mar oscuro arremetía incontrolable en los sueños de mi casa. Preciso esa oscuridad que me ocultaste, ese dormir ajeno a las historias, ese refugio hecho de paja y sal, esa lluvia que sigue derramándose en mi cuerpo sin recuerdos. La paz me viste con las sedas que recogiste para mí, para esconderme de ese sol brutal que todo lo persigue, para ocultarme de ese fuego que desvive mi corazón y lo delata. Amor, en esta tarde de verano en que las palabras se apresuran, en que los océanos esperan, y los cielos se enternecen, te quiero dar mi amor envuelto en los ocasos que asesinan la jornada, envuelto en rojo, en amarillo, en violeta, y en los colores verás cómo los ángeles se ríen de nosotros y se ríen de la muerte, de su perecedero gatillo, y de su sayal desnudo.

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