miércoles, 1 de julio de 2015

Amor, hay un instante que se oculta a la mirada.

Amor, hay un instante que se oculta en la mirada. Me apropio los momentos y todos confluyen en el mismo. Soy mi tiempo. El tiempo es el amor, y entre sus imágenes nos construye, nos nutre y nos convierte en lo que ahora somos, dos pájaros que se alimentan en el nido. A veces el amor es turbio porque tiembla el enfoque del espejo, y en ese temblor existe el frío y la dulzura. Soy la que aletea por encima de las nubes, la que desafía al poder oscuro, la que se bebe el licor que te nace entre las piernas con un frenesí que se olvida del mundo. Amor, te encontré en las mutilaciones. Me faltaba un brazo, y me lo diste. Carecía de una pierna, me salvaste. Mis pies pisaban suavemente y me entregaste tus estrellas para que marcara el cielo con mis huellas. Amor, en ti mis manos son de agua, y sostienen mi corazón. Entre mis muslos llevo las bendiciones que el Cristo derramó sobre nosotros.

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