domingo, 26 de julio de 2015

Me desvelas cuando callas

Amor, me desvelas cuando callas, cuando viene el silencio y me posee, cuando en lugar de ti me das las hojas que pronto caerán, y entre los árboles, tendida, con el corazón en la palma de la mano, te digo que si quieres seré tuya y tuyos serán mis bosques y los prados donde se alimentan las abejas. Amor, sólo deseaba que continuase el rito del deseo, que entre sábanas imaginarias devorases lo que hay en mí, no sólo mi cuerpo. Quiero desnudar el alma, que tus besos me lleguen allí donde terminan de ver los ojos, quiero amanecerte, que redoble en mí el corazón cercano de la ausencia. Tengo dos corazones en el pecho. Palpitan en el musgo que me crece entre las piernas, se reflejan en mis muslos y palpitan entre sueños. Soy mujer y anhelo flores. Me deshago del acero. No preciso de armadura. Soy mujer, y como soy deseo un templo donde el amor regrese, me haga sentir niña y mis lágrimas se pueden caer porque tú me las limpias con tu semen.

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