Amor, qué hay en los ojos de los muertos que se espera. Los muertos pueden parar el crepúsculo, deteniéndose en la noche, con sus manos llenas de eternidad.
En sus labios el amor se ha convertido en una leyenda innominada. Anónimos, se despiertan en los mares que se vaciaron de espuma.
Hay muerte en el corazón, que se viste de esgrima. Y en el pensamiento se abren las flores blancas del azar, que son destino y senda en que transcurre.
Nace el alba y el deseo renace entre las sombras letales de la destrucción. Todo está lleno de cadáveres. Todas las luces, todos los murmullos se devuelven al silencio.
El amor es también silencio. En las manos, en los ojos, en los labios, en los pies. Las ingles también son silenciosas. Se llena el cuerpo de silencio.
El cuerpo es como un árbol. Se prenda de sus hojas y las mira. Mira el otro árbol. Desea hacerlo suyo. Y lo asesina.
Es increíble como el amor puede ocacionar tanto ala vez,pero tus palabras describen pensamientos y sentimientos mezclados con pesadillas y sueños de una forma exacta y poética que me es fascinante como leo cada letra y ala vez mi voz se vuelve anciosa por sentir la emoción de tus palabras ! Teresa me haces sentir! esa es la razón!! Gracias por permitirme encontrarte !
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Yekkas. Tus palabras me animan muchísimo, me encanta. Saber que te llego al corazón, que te emocionas... Me parece maravilloso. Muchas gracias por leerme. Sin lectores, el poeta no existe más allá de sus propios límites.
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