Amor, me naces dentro. Te me extiendes como un pájaro se extiende entre sus alas.
Qué días traerán las amapolas, qué noches se ocultarán entre mis pechos oscureciendo el corazón, con el hálito dormido de ese sueño en que el alba se despierta.
Amor, te siento en mi vientre, siento cómo se parte mi vagina, te siento salir entre mis piernas, mientras la sangre es una sed que se acontece y la sed necesita de la sangre.
Amor, viviste en mi cuerpo como un cáliz. Te pensé en la penumbra de la gravidez y en mi embarazo no sabía que a mí misma me alumbraba, que contigo iba a renacer y en la placenta se iban a añadir mis propios ojos.
Amor que lloras al sentir en tu cuerpo mi caricia, víveme como me viven esas sombras que se alejan, ese bosque oscuro que vencen los castillos, la leche de mis rosas.
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