Amor, si me escucharas sabrías que te amo. Si esta canción dulce te llegase, si pudiera ensombrecerse en el dolor, si las palabras fueran una brisa cubierta de rocío, y despertasen junto a ti entre las sábanas, sabrías que mi corazón está con el tuyo, que en ti la sangre es un devenir que habita los caminos.
Amor, si me supieras, sabrías que te amo. Sabrías que tu angustia se desliza por el transitar del frío que me vive, y que en este febrero que ha llegado transcurro entre la ausencia y el deseo.
Amor, guardo las flores, y silencio. Habrá un instante en que las rosas se encarnarán entre mis manos, y te las daré entre las derrotas, entre los momentos en que yazcas junto a mí, cuando los árboles liberen esas cuerdas que arrastro entre mis labios.
Amor de noches que se espesan, amor de madrugadas, algún día sabrás cuánto te amo, algún día te diré que en las amapolas hay un sitio para ti, para tus canas, para que el azul de esos ojos tristes se convierta en el vuelo de los pájaros.
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