Amor, se acaba el año. Dicen las costumbres que el reloj marcará la medianoche, y vendrá con frío la intemperie, que enero empezará y con él un nuevo ciclo de amores y de pájaros.
Amor en este día en que estás lejos, en que te lames las heridas y que esperas, mi amor quiere alcanzarte por encima de las rosas, por debajo de las lilas.
Amado, no puedo ir a buscarte, sólo puedo encontrar en las baldosas la imagen del deseo. Sólo veo cómo las horas crecen junto a mí, cómo arraigan los recuerdos en esas estrellas fulgurantes que nos miran, para las que somos como hormigas.
Enciendo velas, aromo las estancias. Busco jarcias y quillas en los alrededores para salir al mar, para besarte en este inmenso cielo en que tus ojos se encarnaron.
Las palabras surgen como amantes. Es mi única manera de amar, de entregar en ellas este alma que sufre con tu ausencia.
Amor, en año nuevo irán las gaviotas a buscarte. Mis labios embrujarán los girasoles y tendrás el fuego que permanece y arde en los contornos de un sol esquivo.
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