Quisiera ser azul, como tus ojos. Despertarme en el azul y vestirme de ti, como tus manos. Asaltarte con mis besos, decir en vano los nombres de los dioses en tus labios.
Amor, quisiera ser rosada como el alba, más blanca que la nieve en esas cimas que saludan a los cielos con sus piedras encrespadas.
Amor, quisiera ser fuerte como el hierro para darte una escalera, para que subieses conmigo hasta los astros en el vuelo de los sueños.
Quisiera ser sal, como esos mares que le cantan a la luna la palidez ígnea de su espuma, el oro brocado de los soles que queman las latitudes de las flores.
Quisiera ser la avanzadilla en la trinchera para colmarme de tus ingles nuevamente, para tenerlas en mi boca y parir como la yegua un espejismo lleno de tu semen.
Quisiera ser luz para adorarte, para llevar tu mirada entre las velas que se extinguen porque quiero ser azul, como tus ojos.
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