Amor, los vencejos anunciaron que vendrías, que las algas serían todo con el mar, y que tú lo redimirías de corales.
Amor, cuando te fuiste, las ranas se negaron a croar en los estanques, y dejaron de ser verdes. Comían, amor, desde mis manos insectos diminutos, pequeños matorrales. Devoraban las sombras de mis pechos, los latidos ausentes de tu corazón.
Amor, te has convertido en mí, y ahora eres mi mismo ramo de amapolas. Vivo en tus ojos como vive tu mirada.
Soy tu delación, y en estas abluciones el agua sigue el camino de la hormiga, de pan y de refugio.
Amor, en el silencio que se me extiende entre los labios hay una luz súbita, y en esa luz la sangre me duele hasta la extremaunción del frío.
Tres rosas me nacen en las ingles: la rosa del delirio, la rosa que se extingue en la penumbra y la rosa que es palabra.
Amor, estas tres rosas son como presagios. En estas flores se encarnan tus pupilas como besos que la lluvia trajo y se llevó desde tus ojos.
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