domingo, 1 de noviembre de 2015

Cerca

Amor, qué cerca la ceniza, el sayal donde los vientos se reúnen, el tono azulado de los verbos que contienen tu hermosura.
Amor, en este aire que levanta las hojas iridiscentes de los árboles, en este manantial de umbrales que se ciernen en la boca, te doy los labios para besarte en una ilusión apasionada.
Me hieren las almas que se impregnan de amapolas, me hieren los mirlos que se comen el pan en pleno bosque, me duelen los besos que me das. Adolezco de tristeza.
Amor de soledad, que visitas el lugar donde el deseo se perdió, dime si en tus alabanzas se encuentra la pureza de un cuerpo desnudo, si en tus manos puedo encontrar la huella que dejas en mis labios.
Amor, crujes la penumbra. Te vuelves niebla y penetras en la noche. Dime si me amas con este corazón que se revela en sangre envejecida.
En las arrugas y en los pliegues rumoreaban las aguas como espliego, y se quedaban ciegas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario